Otra vez sopa

Hoy iba caminando por la calle y me chifló el kioskero de enfrente. Tenía un cartel de neón rojo que decía “Escucha este tema” en letras amarillas que titilaban mientras un elefante hacía malabares detrás. Me guiñó el ojo, me tiró un beso, se desnudó y escribió con tinta indeleble el link de esta canción/video en su muslo derecho mientras vomitaba su almuerzo en un Tupper. “Ya tengo la comida para la cena” dijo y se fue.

ACDC te la pone

Un Reggae ignoto de Marley

Es la 103.1 no hay duda. Me acabó de trasportar. Ya no estoy acá, estoy en otro lugar.
Es la 103.1 no hay duda.
Que lindo.
Qué lindo.
Pero no.
No es la 103.1. Era Aspen.

Ahora sí es la 103.1.
Es un reggae de Marley ignoto.
Es la 103.1 ahora sí no hay duda.
Se acaba de levantar la chica de al lado.
En Juan B Justo y Corrientes ya me di cuenta, estoy escuchando la 103.1.

Un reggae ignoto de Marley sólo lo podría pasar la 103.1 un sábado a esta hora.
No hay duda.
Esta vez sí estoy en lo cierto.
Lo sé.
No veo la hora de que termine este reggae ignoto de Marley para poder comprobar que es la 103.1 la radio que escucho.
Ahí está terminando.
Terminó.
Ciento tres punto uno, dijo.
Qué lindo.

Pucho

Hace un año era viernes.
Hace un año era viernes, no había dengue, no había gripe porcina pero yo tenía fiebre y tos. Hace exactamente un año tenía catarro.
Hace un año pensé “Que cagada, este fin de semana no voy a salir” y no salí.

De pronto fue lunes y seguía con tos.
Observé que desde el viernes no me prendía un cigarrillo y realmente no tenía la necesidad de hacerlo. Y procuré pasar una semana sin fumar. Pasó la semana y pensé que quizás podría estirarlo a dos semanas. Llegué cómodamente a los 15 días y evalué que sería una buena idea llegar al mes.

A las tres semanas fumar un cigarrillo era todo lo que pasaba por mi mente pero me había prometido llegar a los 30 días y ya había involucrado a mucha gente que a mi alrededor estaba pendiente de mis avances. No quise defraudarlos ni defraudarme y llegué al mes. Pasó un año.
Hoy pasó un año y siento que para celebrarlo como mínimo me merezco un cigarrillo.